En este informe se plasman los resultados de los Diagnósticos Nacionales de Supervisión Penitenciaria, en los que se registran las situaciones de desatención que guardan las personas de más de 60 años de edad en los centros de reclusión penitenciarios, quienes por condiciones derivadas de la edad, viven en situación de desventaja y vulnerabilidad en los aspectos de estancia digna, ubicación y desplazamiento, falta de atención especializada a la salud física y psíquica y de equipos de apoyo para su movilidad, entre otros.

También se hace patente la necesidad de que se les garantice que vivan una vida digna, sin violencia, y se propicie el acceso a su pleno desarrollo en igualdad de condiciones que las otras personas en reclusión penitenciaria.

Atendiendo a los propósitos señalados se presentaron, entre otras, las siguientes propuestas: armonizar la normativa existente para el reconocimiento de la protección de todas las personas mayores de 60 años, y establecer en los centros penitenciarios un registro que identifique sus condiciones de salud, así como sus necesidades específicas de alimentación, apoyos y ubicación para garantizar el respeto de sus derechos humanos.

Asimismo, promover programas para evitar su discriminación procurando condiciones de igualdad respecto del resto de la población en internamiento, y prever los recursos presupuestales para la adecuación de infraestructura para garantizar que las personas de más de 60 años de edad, internas o visitantes, puedan tener mejor acceso al establecimiento penitenciario.

Finalmente, la CNDH reiteró la necesidad de que se ratifique la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, a fin de que se integre el contenido de sus mandatos a la normativa nacional y se amplíe el marco de protección para ellas.