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La desigualdad entre los géneros comienza desde la niñez, para su erradicación es necesario sensibilizar, a través de la educación en y para los derechos humanos.
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La materialización del derecho de participación de niñas, niños y adolescentes contribuye a un óptimo desarrollo e inclusión, fomenta la educación y potencia su autoestima.
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El interés superior de la niñez y adolescencia busca asegurar el pleno goce y ejercicio de sus derechos humanos, y su desarrollo holístico.
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Si queremos un país sin violencia, es imprescindible que las niñas, niños y adolescentes crezcan en ambientes de comprensión, amor y respeto